Vaqueros rotos, desgastados, tu camiseta de pico azul y tus tan normales vans. Tu mirada de chico con ganas, ganas de mi y de volverme loca. Tus manos recorriendo cada milímetro de mi cuerpo y tu boca recorriendo el contorno de mis labios y de mi cuello. Tu y tus ganas de cometer una locura y sonreír debajo de la luna, tú y tus ganas de hacer que parezca una pequeña idiota colgada. Yo y mis pantalones cortos, rotos, esa camiseta de tirantes negra, una trenza despeinada, una loca que no piensa, yo y mis ganas de ti. Y entonces, sin darnos cuenta, la ropa corre de nosotros, huye hacia el suelo, perdiéndose debajo de la cama y de la alfombra, esparcida por todo el cuarto. Besos, besos en el cuello y en los labios, tus manos recorriendo mi espalda y mis manos recorriendo tus abdominales. Ganas de todo, ganas de olvidar, ganas de nosotros. Ganas de que nunca termine, pero un día termina, termina y duele, no puedes ver a través de las lagrimas, no, no puedes, no es así, nada es como quieres, dijiste que te ibas, para empezar, para no hacer daño, para volver, para estar conmigo, algún día, lejano, cercano, total que mas da, si siempre vas a estar ahí, como una astilla clavada, siempre, a mi lado, si no, te lo recordaré, tenlo por seguro, te voy a querer más que esas zorras que solo buscan joder, que esas que solo quieren una cosa, voy a estar ahí, siempre, pero ya, me estoy cansando de estarlo.
