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miércoles, 23 de octubre de 2013

45.-

Va a ser verdad eso.
Que nadie sabe lo que siento.
O lo que pienso.
Y solo lo saben (o se hacen una idea) cuando escribo sobre algo acerca, similar o parecido a lo que siento.
Pero no creo que ni aún leyéndo estas líneas de mierda, sepan lo que siento. No creo que se hagan una mínima idea de lo que siento, porque jamás serían capaces de imaginar semejante dolor.
Como si te acuchillaran el pecho o te taparan la nariz dejándote sin respiración.
Como si te cortaran las venas y la sangre dejara de circular por tu interior.
Así me siento yo.
Incomprendida.
Sola.
Vacía.
Odio, mucho odio e impotencia. En cantidades industriales.
Y me siento mal, pero tranquilo, no es tu culpa, ni la de nadie. Sólo mía y es lo que me jode. Que sea yo la única culpable de hacer que me sienta así.
Ahora mismo, parece que mis recuerdos están borrosos entre tabaco y hojas sucias llenas de maquillaje negro que ha ido recorriendo mi cara hasta caer dónde intentaba escribir como me sentía ¿Y sabes que escribí? Nada. Porque si realmente quiero que entiendas como me siento, escribiría eso, nada.
Sería un folio en blanco lleno de pegotes negros, una cara con el maquillaje corrido y unos labios rojos. Una colilla en la calle abandonada y quemada con el resto del pintalabios o una canción de esas que dicen lo que tú no te atreves a decir.
También podría ser un folio arrugado, lleno de garabatos y un poco roto por la fuerza del boli.
También podría ser algo, pero el caso es que no soy nada.
Nada de lo que quiero ser, nada de lo que quise ser. Nada de lo que puedo ser, porque antes de llegar se me corta el aire, me paro y no puedo seguir. Me duele y me rindo.
Y empiezo otra vez y así siempre. Día tras día.
No sé como continuar y a veces, ni si quiera sé a dónde quiero llegar. Ojos rojos como estrellas y la garganta ardiendo. Pero después de tanto tiempo vagando sin saber una dirección, te cansas. No sabes que hacer, como seguir o qué dirección tomar.
No lo sabes.
Y te rindes.
Y un día, se hace definitivo "Me rindo, aquí llega mi fin. Mi destrucción"
Y a veces incluso duele menos, ya sabes. Sólo me duele cuando el corazón late.